Constituye para mí un gran honor y privilegio asumir la presidencia de la FELAC en su aniversario número 50. Celebramos en el año 2023 medio siglo de una bella historia que ha permitido convocar e integrar a los cirujanos de la región frente a un objetivo común: fortalecer la cirugía latinoamericana y proyectarla internacionalmente. Una historia escrita por brillantes cirujanos y líderes, colmada de notables contribuciones y excelentes prácticas profesionales que han impactado millones de pacientes y vidas humanas, y sellada por importantes encuentros académicos donde el colegaje y la amistad han fortalecido año tras año los vínculos entre nuestros países, solidarios en las dificultades económicas, sociales y sanitarias propias de la región.
Como se reconoce cada vez más a nivel global, las cirujanas seguimos enfrentando retos particulares que impactan negativamente en nuestro desarrollo profesional, relacionados con el balance entre los roles laborales, familiares y de crianza, las oportunidades laborales especialmente en cargos directivos o de representación política, y el desfavorable ambiente laboral, donde son prevalentes los sesgos implícitos y las cifras muestran que persisten la discriminación y el acoso.
Por fortuna, se reconoce hoy con datos muy sólidos que el problema no tiene que ver con el número minoritario de mujeres en la profesión ni es un asunto de igualdad; la equidad de género tiene que ver con dar a cada cual, en su individualidad, lo que requiere en justicia para desarrollar su máxima capacidad humana. Al día de hoy, las mujeres en cirugía requieren acciones afirmativas de sus colegas y su entorno para acceder equitativamente a las oportunidades educativas, laborales, de promoción, reconocimiento y liderazgo que por merecimiento les corresponden, y para desarrollar una carrera fructífera que sea compatible con los demás roles que, como mujeres, quieran alcanzar. Por supuesto, para avanzar en equidad de género es necesario un cambio cultural en el que cada cirujano, desde su rol, asuma el papel que le corresponde. Para algunos, será visibilizando la situación; para otros, mejorando los ambientes académicos y de trabajo, apoyando a sus colegas cirujanas cuando esto se requiera, o educando a las actuales y nuevas generaciones con el mejor ejemplo. Es momento de reconocer que la inequidad en cirugía existe y que es un asunto que requiere atención prioritaria si queremos que nuestra noble profesión siga atrayendo a los más nobles y brillantes médicos.
Celebremos que nuestra querida FELAC, con la honrosa designación por primera vez en su historia de una cirujana como su Presidente, ha reconocido el valor de la mujer en nuestra profesión, abriendo puertas que ya nunca se volverán a cerrar.
Boletín de la FELAC Volumen 31 No. 1 Enero – Marzo 2024
Constituye para mí un gran honor y privilegio asumir la presidencia de la FELAC en su aniversario número 50. Celebramos en el año 2023 medio siglo de una bella historia que ha permitido convocar e integrar a los cirujanos de la región frente a un objetivo común: fortalecer la cirugía latinoamericana y proyectarla internacionalmente. Una historia escrita por brillantes cirujanos y líderes, colmada de notables contribuciones y excelentes prácticas profesionales que han impactado millones de pacientes y vidas humanas, y sellada por importantes encuentros académicos donde el colegaje y la amistad han fortalecido año tras año los vínculos entre nuestros países, solidarios en las dificultades económicas, sociales y sanitarias propias de la región.
Como se reconoce cada vez más a nivel global, las cirujanas seguimos enfrentando retos particulares que impactan negativamente en nuestro desarrollo profesional, relacionados con el balance entre los roles laborales, familiares y de crianza, las oportunidades laborales especialmente en cargos directivos o de representación política, y el desfavorable ambiente laboral, donde son prevalentes los sesgos implícitos y las cifras muestran que persisten la discriminación y el acoso.
Por fortuna, se reconoce hoy con datos muy sólidos que el problema no tiene que ver con el número minoritario de mujeres en la profesión ni es un asunto de igualdad; la equidad de género tiene que ver con dar a cada cual, en su individualidad, lo que requiere en justicia para desarrollar su máxima capacidad humana. Al día de hoy, las mujeres en cirugía requieren acciones afirmativas de sus colegas y su entorno para acceder equitativamente a las oportunidades educativas, laborales, de promoción, reconocimiento y liderazgo que por merecimiento les corresponden, y para desarrollar una carrera fructífera que sea compatible con los demás roles que, como mujeres, quieran alcanzar. Por supuesto, para avanzar en equidad de género es necesario un cambio cultural en el que cada cirujano, desde su rol, asuma el papel que le corresponde. Para algunos, será visibilizando la situación; para otros, mejorando los ambientes académicos y de trabajo, apoyando a sus colegas cirujanas cuando esto se requiera, o educando a las actuales y nuevas generaciones con el mejor ejemplo. Es momento de reconocer que la inequidad en cirugía existe y que es un asunto que requiere atención prioritaria si queremos que nuestra noble profesión siga atrayendo a los más nobles y brillantes médicos.
Celebremos que nuestra querida FELAC, con la honrosa designación por primera vez en su historia de una cirujana como su Presidente, ha reconocido el valor de la mujer en nuestra profesión, abriendo puertas que ya nunca se volverán a cerrar.
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